III KDDA SYNCRO
Crivillén (Teruel)
21, 22 y 23 de Enero de 2011
Era mediados de Otoño
pasado cuando se empezó a hablar de la III Kdda Syncro. Linur se
encargó de abrir el hilo en el foro, organizar las votaciones
para decidir el lugar y las fechas, y, a partir de aquí, y
contando con las siempre valiosísimas aportaciones de los
"Master" de este tipo de eventos, en especial Furgokike, se fué
perfilando el tema, hasta llegar al esperado fin de semana.
El viernes 21, nos encontramos Pipa1946, Odisea, Marcus y Carlangas en
el área de servicio de la Puerta de Barcelona, sobre las 7 de la
tarde para enfilar la autopista hacia Reus, siguiendo luego
dirección Alcañiz. Allí paramos a repostar y,
primera incidencia: Marcus se queda sin servofreno en su furgo. Paramos
en Calanda a la luz de una farola, y, por suerte, entre la cinta
aislante y las manos de Pipa, se puede solucionar el tema y seguir
viaje. Llegamos a Crivillén cerca de las 11 de la noche.
Allí, en casa de Furgokike, los que han ido llegando han
preparado la intendencia, y, como siempre, hay comida para la IV Kdda
y, probablemente para la V. Despues de saludar a nuestros buenos amigos
y presentarnos a los nuevos, cenamos y luego enfilamos hacia las
furgonetas, que al igual que el año anterior, están en la
entrada al Polideportivo del pueblo, cuyas instalaciones, de nuevo, nos
han cedido amablemente para nuestro uso gracias de nuevo a la
gestión de Furgokike. Pequeña reunión para formar
los grupos, aclarar quien los lleva, y decidir horarios de salida
y demás detalles para que a primera hora, todos sepamos que
hemos de hacer. Son las dos de la madrugada, hace un frío que
pela, y aún hay algún atrevido que aguanta una hora
más hablando y compartiendo historias y experiencias con los
demás.
El sábado a las 8 de la mañana, suena el despertador y lo
primero que pienso es: "quién se ha dejado la puerta del
congelador abierta" y me acuerdo de unos conocidos humoristas y un
"gag" que decía algo así como que cuando el grajo vuela
bajo, hace un frío del carajo. Miro fuera de la furgo, a ver si
hay algun grajo para comprobarlo, pero lo unico que veo son los
"compis" que empiezan a desperezarse y a preparar desayunos para ir
entrando en calor. A las 9 ya tenemos casi todos los pisitos
recogidos y empieza la aventura. Hemos formado cuatro grupos de 4
furgonetas cada uno, y como la ruta es circular, dos salimos en
sentido horario y otros dos en sentido contrario. Además,
dejamos media hora aproximadamente entre cada grupo, para no ir como
una manada. Salimos de Crivillén por carretera hasta el cercano
pueblo de Molinos, donde empezará la ruta fuera de asfalto.
Salimos de Molinos en dirección Suroeste para abandonar el Bajo
Aragón y adentrarnos en el Maestrazgo. Tras una hora de ruta
aproximadamente, dejamos a nuestra izquierda las grandes masas rocosas
de los Organos de Montoro, en el cauce del río Guadalope. Al
poco oímos por los Walkies al grupo qu nos precedía, que
habían descendido hacia el cauce del río, a ver el Puente
del Vado. Después de hablar un ratillo con ellos,
continuán ruta y nosotros descendemos hacia el cauce del
río. Nos detenemos en el Puente del Vado, nos hacemos unas
fotos, y ya de subida, nos decidmos a vadear el río en lugar de
pasar por el puente que está al lado. A Pipa le gusta tanto que
repite el bañito y todo. A continuación, segimos por
carretera un pequeño trozo hasta Villarluengo. A la altura de El
Estrecho, nos adentramos en el cauce del río Palomita, ahora en
dirección Sureste. Encotramos una verja en el camino, y
después de comprobar que es para el ganado, abrimos y volvemos a
cerrar tras nosotros. Marcus decide hacer una pequeña
excursión por una ladera y Odisea, ni corto ni perezoso, le
sigue. Un ruido seco nos hace girar y vemos la No Limit colgando de la
panza en lo alto del margen. Un pequeño empujón y la
furgo sale, no sin dejarse unos cuantos euros en plástico y
paragolpes trasero en la ladera de la montaña. Después de
comprobar que no hay daños "graves" en la panza, continuamos
hacia Cantavieja. Un último tramo de asfalto nos lleva hasta la
plaza del pueblo, donde encontramos a otro grupo, que había
salido en dirección contraria a la nuestra, y decidimos comer
juntos y parlotear un rato sobe las rutas que hemos hecho cada uno de
nosotros. Después de comer, recogemos los bártulos que
hemos deplegado en una era, y continuamos nuestro viaje. Entre el
guía, o sea, yo y el GPS que decide atontarse a la salida de
Cantavieja, vamos por mal camino, En vez de salir de Cantavieja por la
carretera de Villarroya, salimos por la de Iglesuela del Cid. Al cabo
de 15 KM. el GPS insiste "buscando ubicación". Nos acercamos a
Mosqueruela, muy al sur de nuestro destino, así que decidimos
"cortar" por lo sano, y tirar por una pista que sale hacia el norte, a
buscar la carretera que, pasando por Fontanete, va de Cantavieja a
Villarroya de los Pinares. En un cruce de pistas, encontramos unos
cazadores y decidimos preguntarles si vamos por buen camino.
Curiosamente, cada uno nos dice una cosa. Que si por la pista de
enfrente, todo recto, que si por la de la izquierda, pero luego todo a
la derecha, que si por la de la derecha, y luego... Al final nos vamos
por donde podemos. Vemos en la distancia, a nuestra izquierda, las
pistas de Valdelinares. Al lado del indicador de temperatura de la
furgo apareció una rayita horizontal ayer justo delante del
numerito y no se ha quitado en todo el dia; -3, -2, -1,.. -5 de nuevo.
Y yo con la ventanilla abierta. El sol se agradece y hace
llevaderas las bajísimas temperaturas que estamos soportando
todo el día. Al cabo de unos cuantos kilómetros
más, llegamos a Villarroya, pero antes el GPS, que decide
despertar de su letargo invernal, nos avisa: "Destino a 1,7 Km." Le voy
a poner voz de tío, al menos le podré insultar cuando
haga estas chorradas. O lo pongo a la venta en el foro. Ya me imagino
el anuncio y todo: "Vendo GPS con los furgoperfectos cargados. Pago
bien. No se admiten devoluciones" Grrrr...
Empieza el segundo tramo. Abandonamos la A-226, esta vez en
dirección Norte, siguiendo paralelos a la Sierra de la Lastra.
Son cerca de las 6 de la tarde y el sol empieza a esconderse. Pasamos
cerca de la zona de El Masegar, donde otro grupo ha tenido que dejar
una furgo con una averia que le ha impedido continuar. Al frente
nuestro aparece los barrancos rocosos que ha formado el río
Guadalope a su paso cerca de Pitarque. Pronto empezamos un vertiginoso
descenso por un zigzagueante camino que nos lleva, en poco menos de 1/2
hora al fondo del barranco de la Boca del Infierno. Llegamos cuando ya
ha oscurecido, lo que no le impide a Marcus reconocer el sitio donde
estuvimos el año pasado, a pesar de que han construido un puente
donde antes se cruzaba el río vadeando. Ahora toca ascender de
nuevo por el otro lado del barranco para llegar hasta la carretera que
nos llevará hasta Ejulve y a continuación, hasta
Crivillén para reunirnos de nuevo con los otros grupos.
Furgokike ha reservado sitio para cenar en la Venta de la Pintada, asi
que, a las 9 de la noche organizamos una "excursioncilla" para ir hasta
la Venta, cenar tranquilamente, explicar aventurillas del día y
recoger el "merchandaising" que Mikel ha traido. Al final,
mini-reunión para reorganizar los grupos de furgos para
mañana. El recorrido vuelve a ser circular, asi que saldremos
unos por la derecha y otros por la izquierda de nuevo. Luego, de
vuelta a Crivillén, algunos se van a dormir y otros vamos
a hacer la penúltima copa al bar del pueblo.
El domingo a las 8 vuelve a sonar el despertador. De nuevo hay furgos
que aparecen con el parabrisas congelado... por dentro. Desayunamos y
nos ponemos en marcha de nuevo. Salimos de Crivillén esta vez en
dirección Norte. Al pasar por los Mases de Crivillén, en
un giro un poco forzado en cuesta arriba, Nachete puede ver "en
directo" com funciona un visco-embrague, lo que me aclara una
pequeña duda existencial que, creo, tenemos todos los
syncroadictos. El de mi furgo, sí funciona. Subimos hasta la
Codoñera despues de vadear un paso en el río Escuriza,
donde encontramos un cartel de "camino sin salida". A pesar de eso,
seguimos adelante después de esperar al grupo de Furgokike, que
venía detrás nuestro, y valorar las opciones que tenemos.
Unos kilómetros más, y un grupo de cazadores nos invitan
de manera muy dulce y acogedora a abandonar "sus" bosques. Nachete y
Furgokike continúan por el camino y nos avisan de que demos la
vuelta, ya que el paso está francamente complicado. Daremos un
rodeo y nos esperarán cerca del Monasterio de Santa María del
Olivar. Hacemos una pequeña parada técnica para esperar a
Nito que ha ido a "rescatar" la furgo que ayer tuvieron que abandonar,
mientras hacemos un improvisado pica-pica. Nos ponemos de nuevo en
marcha y atravesamos una mina de las muchas que hay en la zona.
Aprovechamos para hacernos fotos con los "monstruos" que usan para el
transporte de tierra, y Nachete y Nito dan un par de "saltos" con sus
T3 por los márgenes que se crean en la explotación
minera. De nuevo en marcha para dirigirnos hacia Gargallo. Poco antes
de entrar en la población, nos desviamos a la izquierda para
seguir paralelos a la sierra de la Muela. Desde lo alto, unos ojos nos
vigilan. Furgokike y su grupo ya están en La Muela y vemos sus
vehículos en lo alto. Tomamos un camino que nos llevará,
en poco rato, hasta lo alto del vértice geodésico situado
allí. Atravesamos la sierra por lo que parece un cortafuegos, y
descendemos por la cara Norte hasta Crivillén. Allí
iniciaremos la ronda de despedidas ya que algunos iniciaremos ya el
regreso a nuestros lugares de origen, mientras que otros les quedan
ganas de ir hasta otra mina próxima para hacer un poco
más de "trialeras" y unas cuantas fotos.